El ex miembro de One Direction, Liam Payne, perdió la vida el pasado miércoles al caer desde el balcón de su habitación ubicada en el tercer piso de un hotel en el barrio de Palermo, Buenos Aires. Cinco días después del incidente, el cuerpo del artista de 31 años aún no fue repatriado, ya que las autoridades continúan investigando las circunstancias que rodean su caída.
El viernes pasado, Geoff Payne, padre del cantante, llegó al país para iniciar los trámites de repatriación del cuerpo de su hijo. No obstante, el cuerpo de Liam aún permanece en la Morgue Judicial, donde el miércoles anterior se le realizó una autopsia. La familia deberá esperar para llevar los restos a casa, ya que la justicia argentina aún no autorizó el traslado, debido a que la causa de la muerte sigue sin determinarse.
La hipótesis principal sugiere que la tragedia podría estar vinculada a un episodio relacionado con problemas de salud mental, posiblemente provocado por el consumo de drogas. Según la fiscalía, «se presume que Payne no reaccionó para protegerse durante la caída, lo que indicaría que estaba en un estado de semi o total inconsciencia«.
Para confirmar esta teoría, se están realizando una serie de análisis toxicológicos que incluyen exámenes de sangre, orina y un hisopado nasal. También se espera el resultado de un análisis químico sobre un polvo blanco encontrado en la habitación, para determinar si se trata de cocaína.
El informe preliminar de la autopsia reveló que la muerte fue causada por varios traumatismos tras caer desde una altura de 10 metros, incluido un golpe fatal en la cabeza. Los análisis toxicológicos ayudarán a aclarar el estado en el que se encontraba el cantante antes de su caída. Una vez finalizadas todas las pruebas, la justicia podrá autorizar la repatriación del cuerpo.