Tiene 193 millones de años y pertenece a la familia de los equinodermos. Sorpresa científica mundial.
Un pequeño fósil de estrella frágil descubierto en Neuquén ha generado un mundial revuelo científico. El hallazgo echa por tierra los conceptos que hasta el momento se tenían sobre la existencia de estos seres sólo en algunas zonas de Europa.
El yacimiento neuquino de restos fósiles sigue dando que hablar en el mundo de quienes investigan los seres que vivieron en el norte patagónico hace millones de años. En este caso se trata del registro más antiguo de una estrella frágil para la Era Mesozoica, que tiene una antigüedad de entre 66 y 251 millones de años, en América del Sur y el único del subcontinente reportado hasta el momento del período Jurásico.
“Se encontraba en posición de vida y prácticamente completa”, precisó la becaria postdoctoral del Conicet, Evangelina Palópolo, sobre el hallazgo realizado en la zona central cordillerana neuquina, en cercanías de Las Coloradas, en el Departamento Catán Lil.
En esa línea, la especialista en equinodermos agregó: “El hecho de encontrar el fósil en posición de vida y de poder observar su preservación nos permite sacar conclusiones sobre el ambiente en el que vivía, las causas de su muerte y los motivos por los cuales se preservó tan bien”.
“Mientras realizábamos el procesamiento de las mismas vimos una laja que contenía el fósil”, contó Maximiliano Rodríguez, becario doctoral del Conicet en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, Conicet-UNRN) y coautor del trabajo en el que se presenta el descubrimiento.
El fósil encontrado tiene casi dos centímetros de radio, cuenta con un disco central muy pequeño, con una longitud de dos milímetros de radio y sus brazos de aproximadamente dos centímetros de largo. Al tratarse de un ejemplar muy pequeño, los investigadores debieron analizarlo con una lupa y un microscopio electrónico.
Esta especie recibe su nombre por la fragilidad de sus ejemplares, ya que no pueden regular las sales dentro del cuerpo y son muy sensibles a los cambios de temperatura, energía y salinidad del ambiente; en consecuencia, al morir su esqueleto se separa en un rango de 24 horas. Sin embargo, los investigadores lo encontraron articulado, debido a que creen que su causa de muerte fue que quedó tapado por sedimentos y no pudo liberarse.
Este otro de los motivos que hace a este hallazgo tan importante para la ciencia, además de que este descubrimiento abre nuevos interrogantes sobre si esta especie estaba presente en la zona y pone en jaque a la teoría que planteaba que estos animales, del género Sinosura, sólo habitaban en Europa, información que se fundamentaba con los hallazgos realizados en ese continente.
“No sabemos a ciencia cierta si este género habitaba en todo el mundo, ya que no hay suficientes registros del período estudiado. Este descubrimiento genera una nueva incógnita que solo podremos responder si hay más hallazgos de este tipo en Sudamérica y otros continentes”, puntualizó al respecto Palópolo.
La becaria postdoctoral destacó también que “no existen registros orgánicos articulados de esta familia para otros períodos geolóficos en Argentina ni en Sudamérica”, al tiempo que resaltó que “es el más antiguo de la cuenca neuquina”, por lo que facilita ampliar el registro de esta clases en la región.