Pinturas que están al resguardo en las cuevas o dibujos hechos en la roca al aire libre de la Patagonia son testimonios de pueblos ancestrales que guardan todos los secretos.
En Neuquén y en Santa Cruz se encuentran rocas talladas que han soportado miles de años al aire libre o pinturas realizadas en las paredes de cuevas que desvelan a quienes desde la ciencia tratan de descifrar qué nos están diciendo. Ese lenguaje ancestral, adonde podemos ver manos, animales, formas de diferente tipo contiene los elementos de comunicación más antiguos de nuestra región patagónica.
Cueva de Epullán Grande
Para tomar sólo un par de ejemplos, en el piso rocoso de la cueva de Epullán Grande (Neuquén) hay líneas y pisadas, sobre las que se hizo un fogón hace diez mil años. En las paredes, dibujos de pisadas de guanacos, pumas, choiques y humanos, de unos cinco mil años. En el interior de la cueva, hay pozos que se forraban con gramíneas y allí se almacenaban cactus de la zona. Quiénes lo hicieron, por qué, cómo y cuándo, son las preguntas que tratan de responder con sus estudios especialistas de la Argentina y de España.
En diálogo con la Dra. en Arqueología Mabel Fernández, nos adelantó que los estudios científicos realizados datan al fogón hallado con una antigüedad de entre 7 y diez mil años, que fue hecho sobre las líneas y pisadas, por lo que esos grabados son aún más antiguos.
Se estima que las poblaciones cazadoras y recolectoras de la época utilizaron primero esas cavidades en la roca para cementerio de sus seres queridos, mientras que posteriormente (aproximadamente hace unos cinco mil años) como depósito o almacenamiento de cactus. “Encontramos pocitos que eran revestidos de la gramínea del lugar y en su interior se almacenaban estos cactus. Nosotros recuperamos unos 700, los que estaban más completos, pero es un dato mínimo de la cantidad que se depositaban allí«, comentó la investigadora de las universidades de La Pampa y Luján y del Conicet.
¿Cuál era el objetivo de almacenar esos cactus? En las diferentes etapas de estudio, primero se analizó y contenían alguna sustancia o alcaloides, lo que fue descartado. Luego –indicó- se buscaron registros aquí y en el mundo sobre la utilización como comestibles, incluso se consultó a pobladores de la zona e integrantes de pueblos originarios sobre algún recuerdo de estos cactus en las comidas, y la respuesta también fue negativa. La nota completa publicada por Pasó Hoy se puede leer aquí: Neuquén: quién escribió en las rocas de las cuevas de Epullán
Petroglifos de Colo Michi Có
Los petroglifos de Colo Michi Có, en el norte neuquino “fueron descubiertos y dados al conocimiento público por primera vez en 1938, por el minero húngaro Bela Veiko quien buscando vetas de oro en la Cordillera del Viento, se tropieza con esas raras y numerosas piedras con extrañas marcas. Las identifica como pertenecientes a una desconocida cultura indígena muy antigua y se imagina al lugar como la manifestación de “una ciudad antropológica”. Saca fotos, películas y quiere interesar al Gobierno del Neuquén y a la Universidad de La Plata, documentación lamentablemente inhallable. Ya con su imaginación desbordada, crea una ciudad subterránea con grandes tesoros y riquezas de un supuesto pueblo Inca viviendo en túneles, para lo cual realiza algunas excavaciones y hasta voladuras con dinamita. Desaparece de la zona, completamente trastornado con su sueño de las piedras y sus signos de riquezas ocultas”, según indica el artículo Patrimonio Neuquino: Los petroglifos de Colo Michi Có,del sitio Más Neuquén.
“A pesar de algunas depredaciones graves del pasado en las piedras de Colo Michi Có -sobre todo con las explosiones de dinamita empleada por Vela Beiko- se tiene la suerte de que la mayoría de las demás áreas, y nuevas que fueron surgiendo, estén en muy buenas condiciones con el solo desgaste del paso del tiempo que produce la exfoliación de algunas rocas en lascas con grabados. Bajo responsabilidad del Área de Cultura de la Provincia, y últimamente la Universidad del Comahue se realiza desde hace varios años una importante y trascendental tarea de relevamiento, sistematización y propuestas de estudio y resguardo de todas las áreas con petroglifos del Departamento Minas. Es importante destacar que el Gobierno de la Provincia de Neuquén, a través de la Ley 2794, del año 2012, declara al sitio Colomichicó, como: PATRIMONIO CULTURAL E HISTÓRICO DE LA PROVINCIA DEL NEUQUEN”, señala la nota firmada por Isidro Belver.
Petroglifos en la meseta de Santa Cruz
El noroeste de Santa Cruz tiene sitios sin igual en el mundo en cuanto a la riqueza de investigación sobre estos mensajes escritos en la piedra hace miles de años. Uno de ellos es la Cueva de las Manos y el Alero Charcamata. A estas pinturas icónicas se suma una manifestación menos conocida del patrimonio cultural ancestral de la Patagonia: petroglifos milenarios tallados en las rocas volcánicas de la Meseta del Lago Buenos Aires.
La Meseta del Lago buenos Aires es una formación de origen volcánico de gran extensión y altura. Alberga una media docena de cumbres que alcanzan los 2700 msnm y la salpican pequeños cuerpos de hielo que alimentan arroyos y lagunas, en medio de un paisaje que rememora la superficie lunar.
Quienes se animan a explorar el área, viven la experiencia de atravesar paisajes prístinos y salvajes, formados por roca basáltica, volcanes y vegetación esteparia. Entre otros valores ambientales, albergan a uno de los glaciares extra andinos del país, y en sus lagunas se nidifica y se reproduce el emblemático Macá tobiano, un ave endémica de Santa Cruz.
Enmarcados en estos extraordinarios paisajes, sobresalen los vestigios de aquellos habitantes que transitaron y ocuparon esta región desde hace más de 9.000 años: puntas de flecha, raspadores y parapetos de piedra, junto a una cantidad todavía no determinadas de singulares dibujos rayados sobre roca. “No se tratan de pinturas rupestres como las muy fotografiadas manos de los cañadones, sino de petroglifos”, explica el guía de montaña, experto en geología, historia y botánica, Guido Vittone.
Vittone explica que la diferencia entre las pinturas rupestres y los petroglifos es tan grande como los ambientes donde cada uno fue plasmado: “Mientras las pinturas se encuentran en cuevas y aleros resguardados en los cañadones, los grabados sorprenden por su ubicación a más de 1200 metros sobre el nivel del mar, sin mayor protección que unas bardas rocosas de poca altura en la inmensidad de la inhóspita meseta”.
Un dato importante que aporta Vittone, es que “la extensa meseta, por sus condiciones climáticas extremas, sólo fue utilizada por los pueblos originarios durante el verano como espacio de cacería estacional”.
Si bien los relevamientos, dadas las dificultades de acceso, son escasos y la ubicación temporal de los grabados relativa, se cree que no tendrían una antigüedad mayor a 3000 años. “Su vinculación con los parapetos, campamentos y abundante material lítico en la meseta es obvia, pero no ha sido aún estudiada”, explica Vittone.
Entre los múltiples motivos grabados en las rocas de la meseta, se destacan lo que los arqueólogos llaman “estilo de pisadas”. El guía señala que es un nombre muy apropiado, ya que “se han representado con gran fidelidad huellas humanas, de choiques y de felinos. Además, líneas y puntos simbolizarían rastros o recorridos, en esencia mapas de un territorio casi desconocido para nosotros, pero pleno de sentido para quienes estuvieron allí antes”
Carlos Gradín fue el primer arqueólogo en dar a conocer la presencia de nuestra especie en la meseta a través de publicaciones en 1976 y 1996. También plasmó por escrito, en sus últimos años, un texto evocador de la mística del paisaje mesetario en el cual se integran sus observaciones científicas con su fascinación por un lugar mágico.
“Algunos sitios con grabados exhiben también las marcas de pobladores más recientes. Muchos de los reparos naturales empleados por los antiguos, fueron reutilizados como campamentos de chulengueadores o puestos de veranada de las estancias, y en algunos casos pueden leerse sus nombres o iniciales, también grabados en la roca”.
Con información propia y de los sitios Más Neuquén, El Rompehielos, Neuquén Informa, Conicet Noticias.
Me parecen muy significativos y relevantes, los invito a seguir en esta línea un fuerte abrazo a este equipo de conducción y producción en este lenguaje discursivo en la divulgación académico – científico