En celebración del Día de San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo, el padre Daniel Zerba, párroco de Parque Industrial, explicó por AM Cumbre 1400 por qué se celebra, su significado religioso y social y cuáles son las actividades que se desarrollarán este 7 de agosto.
En declaraciones al programa Infórmese, el padre Zerba destacó la importancia de esta festividad para la comunidad, especialmente en tiempos de dificultad económica y laboral. «Como cada 7 de agosto, celebramos la devoción a San Cayetano, pidiendo por el pan y el trabajo para todas las familias de nuestra patria, especialmente en esta hora difícil que nos toca vivir», comentó.
El templo estará abierto todo el día, desde las 8 hasta las 20, con dos misas especiales a las 10.30 y a las 19. «El lema de este año es ‘Para tu pueblo que sufre’, reflejando la situación compleja a nivel laboral que vivimos», explicó el sacerdote.
“La palabra de Dios que renueva nuestra esperanza y como dice muy linda una docena san Cayetano que levante nuestros brazos muchas veces caídos, un Dios que desea siempre el bien de sus hijos y que nos deseamos el bien unos a otros. Nos vamos a encontrar con la imagen de la Virgen de Luján, la patrona de la República Argentina, una réplica tan linda que tenemos, donde también nos cobijamos bajo el manto de la Virgen”, explicó el padre.
El párroco invitó a todos, creyentes y no creyentes, a unirse a las celebraciones, «más allá de la fe, es un encuentro de hermanos que luchan por lo mismo: el bien, la dignidad y una vida feliz». La festividad incluirá mate cocido caliente, tortas fritas, y la oportunidad de participar en misas y oraciones.
“En Argentina, San Cayetano tiene una dimensión de pueblo, una dimensión social. No solo soy yo, lo que a mí me pasa o lo que yo sufro, o mi familiar o mi vecino, sino que siempre tiene esta dimensión más de pueblo. Si pedimos por todo el pueblo argentino, por todos los que habitamos este bendito suelo argentino”, explicó Zerba.
Solidaridad en tiempos difíciles
«Aunque todos estamos pasando por momentos complicados, siempre hay alguien que está un poquito peor, y creo que siempre podemos dar una mano», comentó el cura. Además, mencionó el impacto de la crisis en la vida cotidiana, observando que «mucha gente vuelve a revolver basura o a lavar parabrisas para ganarse unos pesos».
En cuanto a la participación en la fe, el sacerdote señaló que, aunque el peregrino que visita la parroquia no siempre es expresivo, «se nota en los rostros, en las lágrimas, en la oración». La parroquia ofrece un lugar de encuentro y esperanza, donde la comunidad puede compartir sus cargas y buscar consuelo.
«Queremos compartir la fiesta de San Cayetano, que también es nuestra fiesta. Es un día para renovar nuestra esperanza y recordar que siempre podemos ayudarnos unos a otros», sostuvo.
Además, en la Parroquia “recibimos todo, con mucha gratitud, porque siempre hay necesidades, de una manera o de otra, y vamos distribuyendo de acuerdo a la necesidad. Durante el año ayudamos a comunidades del norte neuquino. Hay un grupo solidario que colabora y bueno, a veces también hacemos un aporte ayudando allí. Lo que más se necesita son alimentos, ropa y abrigo”.
