El gobierno nacional celebró el triunfo legislativo que avaló el veto a la reforma previsional en la Cámara de Diputados, gracias a la ayuda de los bloques aliados.
El oficialismo logró su objetivo mediante negociaciones que comenzaron la semana pasada en las que se puso al frente el propio Javier Milei, con el jefe de gabinete Guillermo Francos en reposo por un problema de salud. La oposición no logró conseguir los dos tercios necesarios para rechazar el veto y quedó a solo 13 votos de mantener el proyecto que incrementaba un 8,1 por ciento las jubilaciones y las ataba a la Canasta Básica.
Desde el ejecutivo resaltan que es el triunfo más importante en el Congreso desde la sanción de la Ley de Bases. “Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir«, tuiteó el presidente minutos después del rechazo en Diputados.
¿Otro veto?
El camino ahora será otro veto legislativo. Esta vez, sobre el proyecto de presupuesto universitario. El gobierno utilizó el mismo método de negociación con el Senado. Milei citó a un grupo de senadores aliados en la Casa Rosada y logró sacar el financiamiento de la SIDE del temario ante un posible fracaso. En labor parlamentaria se acordó que solo tratarán dos proyectos: la boleta única de papel – de autoría de La Libertad Avanza- y el financiamiento universitario. Este último, Milei ya anunció que lo vetará si lo convierte en ley y con el apoyo de ayer en Diputados el número también serviría para ratificar el segundo veto.
El texto del proyecto, que ya tiene media sanción y se convertirá en ley, activa una recomposición de los salarios docentes e incrementa el presupuesto universitario $738.595 millones, lo que equivale a 0,14% del PBI.
La iniciativa, que fue presentada por el radicalismo e integrantes de Hacemos Coalición Federal, propone declarar la emergencia presupuestaria del sistema universitario nacional para el año 2024, con el objetivo de “atenuar, ante el aumento de los costos de los bienes y servicios esenciales, el impacto que los mismos tienen para los compromisos salariales y los gastos de funcionamiento de todas las universidades nacionales”. establece una distribución fija del presupuesto universitario, al asignar el 85% a gastos salariales y el 15% a gastos generales y de funcionamiento.
En cuanto a la boleta única papel, el oficialismo confía en tener los votos para modificar el sistema de votación electoral que implementa un método que consta solo de una hoja con todas las opciones electorales disponibles en un distrito.
Con información propia y BAE Negocios.