El pampeano Juan Carlos Obando tiene la paciencia y la pasión de quienes tejen la historia con sus propias manos. Con cartón, pedazo por pedazo, ha sido capaz de hacer los barcos de sus sueños.
La imponente historia de la Fragata Libertad, la pasión malvinera del ARA General Belgrano, la paciencia de quien modela el cartón como a sus sueños, así lo hace desde su nuevo lugar de residencia: Comodoro Rivadavia. Con alma de marino y cuerpo de quien busca un lugar en el mercado laboral del Chubut de hoy, Obando deslumbra con su arte.
La edición de este domingo del portal ADN Sur, incluyó una nota firmada por el periodista Fredi Carrera, que compartimos porque es importante multiplicar los talentos y replicar las pasiones de nuestra Patagonia.
“A los 14 años hice mi primera maqueta. La hice con una caja de arroz. Fue un auto de Turismo Carretera”, dice Juan Obando contar cómo inició este hobby que lo llevó a construir una réplica del Crucero General Belgrano para un Museo de Malvinas, y otra de la Fragata Libertad, que por estos días tiene guardada en su casa y espera por su dueño.
Juan es oriundo de Santa Rosa, La Pampa, el lugar donde comenzó este arte de cartón y paciencia, pero hace poco llegó a Comodoro desde Bernasconi, un pequeño pueblo que nació luego de la Campaña del Desierto.
Su situación no era buena y decidió dejar su provincia buscando un futuro mejor. Su esperanza es encontrar trabajo como seguridad, aprovechando los conocimientos que tiene por haber pertenecido a las Fuerzas Armadas.
Es que no es casual que sus maquetas principalmente sean unidades militares navales. Durante gran parte de su vida, Juan fue parte de la Armada, gracias a un vecino que cada tarde veía pasar con su traje.
“A los 15 entré a la Infantería de Marina. El sueño del pibe era subirme a la Fragata Libertad, ese era mi sueño, pero no se dio. Entré por el marido de una vecina, que siempre lo veía con su traje de la marina. Con 14 años un día le pregunté si podía entrar, me dijo que sí pero que tenía que esperar hasta los 15 años. Así que cumplí la edad y entré como dragoneante, así empezó mi vínculo con la Fragata”.
Durante varios años, Juan estuvo en las Fuerzas Armadas hasta que en 2018 se fue de baja y volvió a aquel hobby que había hecho toda su vida. Cuenta que lo suyo siempre fueron los autos de TC, algo que le apasiona, pero una vez que salió de las fuerzas sintió que era momento de hacer algo relacionado a Malvinas. Así, construyó una maqueta del Crucero Belgrano, que donó al Centro de Veteranos de Santa Rosa.
Para él significó el inicio de toda una serie de piezas ligadas a la milicia argentina que catapultó con la entrega de un nueva maqueta del General Belgrano, hecha a escala, una réplica que no fue una pieza más.
La entrega fue todo un acontecimiento en esa ciudad. En diciembre del 2021 fue trasladada por un camión del Ejército Argentino y acompañada con una caravana integrada por Veteranos de Guerra e hijos. Y al año siguiente, para el 2 de Abril del 2022, fue llevada por el equipo del Centro Cultural Medasur, donde se expuso este trabajo a escala que mide 4,5 metros de largo y 1,65 de alto.
Pero esas serían solo las primeras maquetas de un conjunto. Luego vendría el submarino ARA San Juan y el Super Etendard, avión que se hizo popular en el hundimiento del buque británico Sheffield durante la guerra de Malvinas. Y hace poco tiempo, ya en Comodoro, la Fragata Libertad que hoy descansa en el living de su casa, en barrio Laprida.
“Comencé de nuevo para salir un poco de todos los bolonquis que uno tiene. Vine a Comodoro hace 8 meses a buscar laburo pero no salió nada. Más que nada estoy buscando como seguridad. He presentado curriculum en diferentes empresas pero nada, la mayoría te pide tener el curso pero yo les digo que hasta hace seis años atrás pertenecí al grupo de operaciones de las fuerza especiales, entonces tengo experiencia. Y como no salió nada, entonces empecé a hacer maquetas, pero tuve que empezar de cero”.
El trabajo de Juan es netamente artesanal. Un cutter, un bisturí y un mini torno son sus únicas herramientas, mientras que el cartón, alguna madera y pintura son los materiales con los que trabaja. Por supuesto, el diseño tiene un material muy particular que no todos pueden comprar: paciencia.
“Esto requiere mucha paciencia. Me tome hasta el trabajo de hacerle cada bandera que identifica a cada navío argentino. Tarde menos de un mes, trabajando hasta 8 horas por día, pero es un cable a tierra, es todo cartón. Las cubiertas con láminas hechas con cajas de empanadas y se le pasó un barniz para que dé un efecto madera”.
El arte de Juan es complejo, desde el armado hasta la elección de los materiales. Cuenta que no todos los cartones sirven. “Los duros los uso para los navales, pero generalmente cuando es vehículo busco cartones blandos, porque se juega mucho con el cartón, los podés curvar”, aclara en ese sentido, mientras muestra una réplica de un auto de TC que también está terminado.
Hace pocos días se confirmó que el Turismo Nacional correrá en Comodoro, y se entusiasma con que puede ser una oportunidad para vender o hacer alguna maqueta. Necesita generar ingresos y le está buscando la forma; realmente su arte tiene un valor importante que a muchas instituciones y personas les puede interesar.
Una maqueta para Camarones
Por iniciativa de la profesora Samuel Tapia, Juan está confeccionado una réplica del Crucero que apadrinó a ese establecimiento educativo, previo a la Guerra de Malvinas.
El trabajo lo inició cuando todavía estaba en Bernasconi y ahora necesita trasladar la maqueta hasta Chubut. “Está en un 85% terminada, prácticamente para entregar, pero el tema es que no tenemos como traerla de La Pampa hacía acá. Nos quieren cobran hasta 400 mil pesos transportistas, pero yo les digo fue algo que fue donado a una escuela porque lo que se cobró fue nada en comparación con lo que fue el trabajo. Así que veremos qué pasa, porque algunas opciones han salido pero hasta ahora nada concreto”, dice al respecto.
Por supuesto, el artesano de cartón no se queda quieto y ya está avanzando en una nueva réplica del Belgrano. Mientras tanto, espera tener suerte y que salga la posibilidad de algún trabajo, total, paciencia es lo que sobra, pero el bolsillo aprieta y más en tiempos de crisis.