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Un ejemplo de vida a pleno para cerrar el año

Vanesa Mrozowski
Por Vanesa Mrozowski
Tito y sus 91 años que nos llenan de fuerzas cuando nos sentimos débiles.

Lo mejor que nos puede pasar en estos días es ponernos a la par de ejemplos de vida, de esos hombres y mujeres que ya han superado obstáculos y dificultades y siguen adelante, con una fuerza que necesitamos más que nunca. Por eso, llegué a Villa Constitución, en la provincia de Santa Fé, para encontrarme con el querido “Tito” César Banelli. Un hombre que no cree que haya terminado su vida, sino que se considera joven con sus 91 años. Hace todo en su casa, la comida, la huerta, algo de albañilería, el mantenimiento de su auto y hasta tiene tiempo para avanzar en su nuevo sueño de ¡aprender a tocar el órgano!

Cómo no nos va a hacer muy bien encontrarnos con alguien así, con su permanente sonrisa y su pasión por aprender y hacer cosas. Cómo no nos va a inyectar optimismo en estos días difíciles el aprendizaje de una persona que ha vivido y superado tantas dificultades.

Seguramente esa sangre que lo impulsa hacia todo lo nuevo a los 91 años le viene de su madre italiana, que llegó al país en barco junto a sus seis hijos, buscando una vida mejor. Se instaló en los campos santafesinos y Tito (el mayor de todos) fue de los primeros que emigró hacia la ciudad de Rosario, abriéndose camino a los 18 años.

Allí no hubo trabajo que no hiciera: desde obras de montaje hasta atención en el bufet del Club Náutico, adonde conoció a Nelly, el amor de su vida. Junto a ella conformaron una hermosa familia que también supo de afrontar dificultades y necesidades. Pero Tito encontró un oficio y una pasión, en ese momento: aprendió cómo reparar cubiertas y hasta instaló su propia gomería.

En abril de 2019 falleció su esposa y nuevamente Tito arremangó su espíritu y salió adelante, ahora solo, pero acompañado de hijos y nietos que lo llenan de alegría.

Es posible que para muchas personas, la ausencia de compañía haga de la casa algo inmenso y con recuerdos tristes, o que haga que se bajen los brazos. Con él no fue así, con el recuerdo permanente de Nelly, en cada jornada encuentra algo para aprender, para hacer, para disfrutar.

Tuvimos una charla por momentos muy emocionante. Es que una no se puede sustraer de lo que dice y hace este hombre que no apaga su sonrisa. Inclusive, en uno de los momentos más duros que nos tocó vivir como sociedad, como fue la pandemia por coronavirus, Tito se las ingenió para elaborar alfombras que distribuyó entre hijos, nietos y afectos.

Pero además, “no tengo campo pero tengo patio” dice Tito cuando nos muestra su huerta, cerca del horno que construyó él a un costado de la parrilla, y su florido jardín en el frente de su casa, junto al garaje adonde lava el auto o la vereda desde donde le tomaron la foto cuando llegó en moto.

Todos y cada uno de los momentos que se viven con este hermoso hombre de 91 años son para guardar celosamente en ese lugar adonde recurrimos cuando necesitamos un empujón, un aliento, un ejemplo de vida para superarnos día a día.

Porque lo siento verdaderamente así es que guardé esta entrevista para compartir en este último día de 2023. Y además, aquí está el video para que lo puedan ver y volver a ver y enviar a sus afectos, en este 2024 que comienza en horas y en todos los momentos de la vida.

Nos encontraremos siempre por aquí porque también para mí es una forma de superar todo lo malo.

¡¡Muchas felicidades y será hasta la próxima!!

ATE
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Deportista, empresaria de traslado de mascotas en todo el país y comunicadora aficionada, creó y conduce el espacio El Diario de Vanesa. Vive en El Calafate, Santa Cruz.
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