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Un fruto silvestre de la cordillera es el más antioxidante del mundo

María Morinelli
Por María Morinelli
La ciencia, el INTA y las experiencias privadas aun no pueden garantizar la comercialización a gran escala. Sí se han determinado sus potenciales de beneficio para la salud humana.

Se lo encuentra en el sur de Neuquén y norte de Río Negro y Chubut.  Impactantes aportes a la salud humana fueron analizados en un estudio científico. La experiencia del INTA en Bariloche.

Silvestre, de fruto pequeño y oscuro, se presenta en las zonas montañosas que van desde Junín de los Andes en Neuquén hasta Esquel, en Chubut. Ese aspecto, que en verano cubren matas achaparradas, no suelen atraer para su consumo a quienes recorren esas zonas cordilleranas y tampoco es de alimentación habitual entre los pobladores. Parientes de otros berrys que se encuentran en la región (calafate, frambuesas, moras, grosellas, arándanos, etc.), el maqui encierra un potencial de aporte a la salud humana que no hace mucho tiempo se ha estudiado científicamente.

En efecto, entre otros abordajes de la ciencia se encuentran los de especialistas de la Universidad del Comahue y de la del Sur, con asiento en Bahía Blanca. Allí, una tesis doctoral abordó directamente esos potenciales de beneficio para la salud humana, especialmente el poder antioxidante que lo ubica entre los de mayor concentración del mundo.

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La tesis doctoral en ciencias de la Alimentación, presentada por Francisco Manuel Garrido Makinistian, señala que “muy poca atención se ha prestado en nuestro país a los berries comestibles silvestres. Estos frutos exóticos de color rojo, violáceo o morado, entre los que se destacan el maqui, el calafate, la murra, la murta, entre otros, crecen en las zonas cordilleranas del sur de Chile y Argentina. El interés por su estudio obedece a una tendencia mundial de búsqueda de frutas y nuevas materias primas con altos contenidos de compuestos antioxidantes. En particular el maqui (Aristotelia chilensis) y el calafate (Berberis buxifolia) se destacan como los frutos silvestres que más concentran antioxidantes”.

Chile ha sido pionero en la recolección y venta de maqui, aunque no existen antecedentes de su posibilidad de producción privada, alejada de su ambiente natural y su característica de silvestre. En 1996 se realizó la primera exportación desde ese país hacia el norte de América y la venta, tanto local como hacia el exterior se realiza en forma congelada.

En nuestra región patagónica, no existen registros de producción a mayor escala de subproductos del maqui, aunque una empresa comenzó hace unos años a elaborar un deshidratado a partir del tratamiento del fruto entero, triturado. Se trata de la firma From Patagonia, cuya directora de Marketing Ana Clara Romera indicó que “el maqui es un fruto silvestre que crece en la Patagonia Andina, al límite con Chile. Es nativo de la zona. Lo venimos estudiando hace más de diez años y hemos descubierto que es el fruto con mayor poder antioxidante del planeta. Dentro de los blackberry está el maqui que tiene ocho veces más antioxidante que el açaí y diez más que arándano».

En realidad, tanto los estudios científicos como las pequeñas o medianas empresas que se están animando a los productos con frutos silvestres patagónicos, deben recurrir a los saberes populares de quienes habitaron estas tierras desde la época prehispánica. Es que los pueblos originarios utilizaron todos los frutos silvestres de la cordillera con fines medicinales o espirituales, entre otros. Esos saberes, usos y costumbres indican que en el caso del maqui se lo consumía habitualmente por los mencionados poderes antioxidantes y antisépticos, entre otros, mientras que también se registra el uso de las pequeñas hojas para curaciones de distintos tipos de heridas, especialmente de quemaduras.

Propiedades

Hasta el momento, en la confluencia de saberes populares de la zona sur de Chile y Argentina y los estudios científicos, se han descubierto algunas propiedades del maqui mientras que otras están a la espera de nuevas investigaciones y aplicaciones. En principio se destaca por ser rico en vitamina C y en polifenoles, sustancias que se encuentran en las plantas y con un importante poder antiinflamatorio y anti edad. Este alimento antioxidante destaca también por su elevado contenido en antocianinas.

El maqui es conocido por tener un gran porcentaje de delfinidina, uno de los mejores antioxidantes del mundo. Destacan sus beneficios para prevenir enfermedades cardíacas y luchar contra el envejecimiento prematuro. También puede ayudar a pacientes con diabetes tipo 2 y cardiopatías coronarias.

En dietas de pérdida de peso, el maqui puede ayudar a lograr tus objetivos. La razón es que esta baya promueve la fabricación de insulina, lo que ayuda a disminuir los niveles de azúcar en sangre y a equilibrar la cantidad de energía en el cuerpo, evitando la acumulación de grasa.

El consumo de maqui no tiene efectos secundarios ni tiene contraindicaciones. La única restricción afecta a las personas alérgicas a las bayas.

El color de esta baya se debe a la concentración de diferentes clases de polifenoles. Son de un tono púrpura oscuro y brillante gracias a un pigmento, la antocianina. Esta sustancia antioxidante es la gran responsable de los beneficios del maqui. De ahí viene el poder antiedad de esta baya. Lo que hace es combatir los efectos de los radicales libres y, como consecuencia, el envejecimiento prematuro.

El maqui es un alimento astringente, energético e ideal para el sistema inmunitario. Es un fruto muy energético que ayuda a nuestras defensas, depura el organismo, previene las enfermedades cardiovasculares y regula los niveles de azúcar en sangre.

Una vez que tenemos claro para qué sirve el maqui, toca introducirlo en nuestro día a día para aprovechar al máximo todos sus beneficios. Estas bayas se pueden tomar al natural, en jugos, mermeladas, en polvo o en suplementos nutricionales. En este último caso, en Ecotienda Natural tenemos un amplio surtido. Por ejemplo, jugo concentrado, chocolates, barras energizantes, maqui en polvo o con colágeno para fortalecer huesos y articulaciones. Porque las ventajas del colágeno se pueden combinar con las del maqui. Un claro ejemplo es nuestro producto Genacol Antiox. Suma los beneficios tradicionales del colágeno hidrolizado a un concentrado de maqui de alta calidad.

Esta baya tiene además propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Una sola porción de maqui puede llegar a contener la cantidad diaria de antioxidantes recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otras de las características que se enumeran en los estudios es el mejoramiento del funcionamiento pulmonar por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y vasodilatadoras de las antocianinas se puede ralentizar la degeneración del funcionamiento pulmonar; previene problemas cardiovasculares ya que regula la función cardiovascular reduciendo el riesgo de sufrir un infarto de miocardio; ayuda a prevenir el cáncer por  su gran cantidad de antocianinas y polifenoles, y tiene propiedades astringentes por los taninos que contiene.

Las otras propiedades que se le atribuyen a este fruto es la protección de la piel, refuerzo del sistema inmunológico, reducción del colesterol en sangre y desinflamaciones.

La experiencia del INTA Bariloche

La experiencia del INTA en Bariloche, con la identificación de 20 genotipos. (Foto: Inta Informa)

El INTA Bariloche trabaja en la preservación y domesticación del Maqui, una baya de color violeta intenso de excelentes propiedades nutritivas. Es una especie nativa de la Patagonia, solo se encuentra en Chile y en la zona cordillerana argentina. Desde INTA se proponen, a largo plazo, convertir este “superalimento” en un cultivo comercial, en una región que se caracteriza por la gran calidad de sus frutos rojos.

Según informaron desde el instituto, se trata de un berrie nativo “de gran valor cultural y sagrado para los nativos de la zona”, el cual se utiliza desde hace cientos de años por su alto contenido de vitamina C y polifenoles, su poder antioxidante y antiinflamatorio.

En Argentina el maqui no es popular y la oferta de productos elaborados en base a este fruto es poco común. Por el contrario, en Chile este fruto se utiliza para preparar zumos, dulces, bebidas, deshidratados y hasta productos de cosmética y belleza. Incluso, afirman desde INTA, desde 2015 aumentó la exportación de maqui hacia países como Japón, Corea del Sur, Italia, Estados Unidos, Alemania, Australia y Dinamarca.

“En Chile, el aumento en la cosecha de maqui de poblaciones naturales está provocando pérdida de plantas y zonas de bosque donde ya no se encuentran plantas con frutos. Por eso, teniendo en cuenta que cada vez hay más demanda, desde el INTA nos queremos anticipar a ese escenario y preservar este recurso natural de nuestros bosques patagónicos”, señaló Cecilia Roldán, investigadora del INTA Bariloche Río Negro.

Roldán trabaja en la selección de ejemplares y su evaluación bajo distintas condiciones, logrando su aclimatación al estrés hídrico y lumínico de la zona, para obtener un cultivo mejor adaptado con miras a una producción comercial sin poner en riesgo la existencia del fruto nativo.

“Una de las primeras tareas fue identificar distintas poblaciones a lo largo de los bosques patagónicos para recolectar los frutos, para luego hacer análisis bioquímicos sobre la composición que le da la capacidad antioxidante”, señaló Roldán.

A partir de esos resultados y mediante evaluaciones de productividad potencial y parámetros de calidad y cantidad, se seleccionaron plantas para multiplicar en el vivero en un ensayo en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Bariloche.

“Tenemos 20 genotipos distintos que estamos evaluando y consideramos que todos se van a comportar de distinta manera, algunos responderán mejor que otros, y eso nos ayudará a determinar cuáles son más aptos para cultivar en cada zona”, reveló la investigadora.

El mercado de los berries nativos se sustenta en la colecta de poblaciones naturales que, si no se realiza bajo ciertos protocolos, se corre el riesgo de afectar negativamente la productividad de cosechas futuras. “Si bien el maqui se encuentra entre otras especies del bosque, no hay muchos ejemplares. Si a eso le sumamos una mala cosecha, la planta puede dañarse y dejar de producir frutos durante dos o tres años”, explicó Roldán, al tiempo que señaló que el proyecto también prevé el armado de una cartilla de buenas prácticas de cosecha del maqui.

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Periodista, docente e investigadora. Vive en la Comarca Andina de Río Negro y Chubut.
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