Con cámaras de vigilancia en las esquinas con semáforos y un enlace a la Inteligencia Artificial, se podría sincronizar el paso de vehículos o peatones. La propuesta de un flamante ingeniero electrónico, nacido en Cutral Co.
Los fines de semana, los días feriados, cuando la soledad aborda las calles de cualquier ciudad, como Neuquén, se podría agilizar el tránsito incorporando las nuevas tecnologías de Inteligencia Artificial. Así lo demostró el cutralquense Esteban Alzogaray al graduarse recientemente como Ingeniero Electrónico en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El profesional neuquino señaló que a las cámaras de vigilancia ubicadas en los semáforos o esquinas de las principales arterias se las enlazaría con un microcontrolador dotado de IA para habilitar o no el tránsito, especialmente cuando se dan esos “tiempos muertos”. Es que suele ser una dificultad para vehículos o peatones la espera de habilitación del paso cuando no se registra tránsito en ninguna de las calles que confluyen allí. Este mecanismo automatizado significaría un alivio para la circulación, estimó Alzogaray.
“En las ciudades con poca circulación de vehículos o peatones, hay semáforos que le dan luz verde a una calle en la que no hay autos ni caminantes esperando para cruzar, mientras que otros conductores esperan en vano por una luz que les habilite a seguir su camino”, sostuvo.
Alzogaray indicó que propone sumar un microcontrolador que monitorea el registro de tres cámaras de vigilancia. El algoritmo detecta la presencia de vehículos en cada carril y, cuando comprueba que ya no hay autos esperando en el carril con luz verde, cambia la luz para habilitar el paso en el siguiente carril. A su vez, cuando detecta que no hay vehículos esperando, también le da prioridad a los peatones que van a cruzar.
El estudiante aseguró que el sistema también puede detectar cuando hay una persona en el suelo, por lo que puede dar aviso y contactarse con una ambulancia o con la Policía para que ellos comprueben si se trata de un accidente de tránsito o la presencia de una persona desvanecida, entre otras posibilidades.
Si bien el prototipo le permitió graduarse en la carrera, Alzogaray detalló que aún falta hacer algunos ajustes para convertirlo en un sistema con aplicación local, sobre todo en cuanto a la disminución de potenciales riesgos y un análisis financiero que permita acceder a los componentes con gastos ordenados.
«Se necesita financiación para comprar algunos componentes que harían más robusto el sistema», dijo y agregó: «Los beneficios de implementarlo serían enormes. Estaríamos trayendo a nuestra región una tecnología que tardaríamos mucho en tenerla en nuestros mercados internos».