Desde hace 24 años se lleva a cabo un encuentro que tiene como eje al tradicional alimento, pero que además significa un gran orgullo para la comunidad. Hacen la torta frita más grande del mundo de cinco metros de diámetro y la comparten con los asistentes.
A casi 2800 kilómetros de mi ciudad, El Calafate, está la localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, que además de todo lo que tiene la pampa húmeda argentina se destaca por un encuentro anual alrededor de uno de los alimentos tradicionales de nuestro país: la torta frita. Y fue la Comisión de Agrupaciones Gauchas de esa ciudad la que en 1999 comenzó con la organización y convocatoria de esta fiesta que se transformó en Nacional y que es una cita obligada para los pueblos vecinos y de la ciudad de Buenos Aires.
¿Cuál es el secreto de la Fiesta y de la torta frita? Bueno, con ese objetivo llegamos con El Diario de Vanesa, este sábado 15 de abril a disfrutar de esta convocatoria que nos encantó. El verde, los grandes montes de eucaliptus, el olor de esa leña en los fuegos que calientan la grasa para freir la masa, la música, la paisanada, las tradiciones criollas, el placer con que hombres y mujeres se esmeran por agasajar a quienes asisten, todo eso y mucho más encontramos en esta Fiesta Nacional de la Torta Frita.
A 24 años de la primera convocatoria (sólo se suspendió durante la pandemia por coronavirus), nuevamente se elaboró la torta frita más grande del mundo, de cinco metros de diámetro, que luego se repartió entre la concurrencia.
En la recorrida que realizamos nos encontramos con emprendimientos gastronómicos familiares, con Karina y su primera vez montando un stand para que la gente pruebe su producto amasado y freído a la vista; con un tradicional grupo de danzas folclóricas que hace 21 años participa de la fiesta y consigue fondos para trabajar durante todo el año y con las mujeres y hombres que hacen esa torta gigante.
La ceremonia para la elaboración de la torta frita más grande del mundo es un tema aparte: hablamos con las mujeres amasadoras oficiales de la Fiesta que nos contaron cómo se organizan para que cada una amase su parte y luego las unan a todas para la gran masa que es tendida en una inmensa mesa para ser estirada mediante un palo de amasar de fierro de cinco metros que es movido por un grupo de hombres. Una vez estirada la masa, se la coloca en una base especial de hierro y alambre que tiene la circunferencia de cinco metros, igual a la que tiene el disco donde se hierve la grasa. Esa base que sostiene por ambos lados a la masa, es introducido y retirado a través de una grúa.
El disco gigante donde está la grasa vacuna hirviendo tiene fuego permanente de leña de eucaliptus y luego de freída, la torta gigantesca se reparte gratuitamente entre la concurrencia. Mientras tanto, en un clima de festejo y encuentro, desde el escenario mayor se va dando lugar a los grupos musicales y de baile, mencionando a los stands, la presencia de otras instituciones y especialmente al centro de Veteranos de Guerra local, cuyos integrantes son homenajeados durante la segunda jornada del domingo.
Una recorrida por las ofertas de torta fritas y otros productos no llenó de emoción y también de ese gusto especial que tiene la masa (debe ser por el agua del lugar) y especialmente por la fritura con esa leña de nuestros campos bonaerenses. ¡No hay como la torta frita de la Fiesta que se hace en Mercedes! Aunque si alguien piensa lo contrario, ¡allí iremos para probar y comparar!.
Una hermosa manifestación de la comunidad mercedina que nos llenó de placer conocer y disfrutar, además de hacer este video que espero transmita todo lo que vivimos este fin de semana. ¡Será hasta una próxima edición de El Diario de Vanesa!