El servicio de PAMI hacia los jubilados en el país es un tema constante de conversación y no precisamente por considerarlo bueno. Mónica Mauro compartió su devastadora historia en AM Cumbre 1400: su madre falleció esperando respuesta tras enfrentar meses de rechazos y trámites burocráticos interminables para obtener una internación domiciliaria que nunca llegó.
La madre de Mónica, quien sufría de Alzheimer, estaba postrada en cama en su casa. A lo largo de meses, la familia intentó por todos los medios conseguir asistencia médica domiciliaria a través del PAMI, pero el sistema los obligó a recorrer un calvario administrativo que nunca resolvió la situación.
En el programa Infórmese, Mónica cuenta: “Presentamos todos los papeles que nos pidieron. Informes médicos del cardiólogo, reumatólogo, psiquiatra, y aun así rechazaron el pedido porque, según ellos, faltaba contundencia en los informes”.
Ante cada rechazo, la familia debía reiniciar el proceso de recolección de documentos, lo que implicaba semanas de espera. “El PAMI de Buenos Aires es el que toma las decisiones y ni siquiera ven a los pacientes. Evalúan todo a través de pantallas, ¿cómo pueden juzgar la gravedad de los casos sin verlos?”, agrega.
Además de la falta de respuestas, Mónica y su familia se vieron obligados a costear medicamentos y equipos médicos tales como una cama especial y un colchón antiescaras. «Mi mamá se llenaba de llagas, hicimos todo lo que pudimos, pero no logramos conseguir un médico que nos acompañara para decirnos si lo estábamos haciendo bien«, lamenta.
La situación llegó al extremo cuando PAMI rechazó nuevamente el pedido de internación domiciliaria, argumentando que la paciente debía ser primero hospitalizada para poder evaluar la solicitud. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad de su madre impedía trasladarla fácilmente: “No podíamos moverla, estaba rígida y en un estado muy delicado. Pero el sistema no contemplaba esa realidad”.
PAMI es el principal organismo de asistencia médica para jubilados en Argentina y, aunque todos los casos no son iguales, muchas personas sufren los estragos de un sistema sobrecargado y lento. “¿Qué pasa con los abuelos que no tienen hijos para ayudarlos? Mi papá trabajó toda la vida, aportó al sistema, y cuando mi mamá necesitó asistencia, simplemente no llegó”, se pregunta Mónica.
Otras experiencias con PAMI
Su historia no es aislada. Otros oyentes de AM Cumbre 1400 compartieron experiencias similares. Marcelo relató cómo a su madre también le quitaron la internación domiciliaria después de dos años, a pesar de su delicado estado de salud, porque era el máximo que otorga la obra social.
Mercedes, por su parte, reclamó que a PAMI le falta agilizar los trámites: “Mi esposo estuvo cinco días para que le saquen una piedra del riñón. El dolor casi lo mata”.
