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Ya son nueve las mujeres asesinadas en Neuquén

Redacción
Por Redacción
El cuerpo de Rosana Artigas apareció en un recipiente de combustible de 200 litros, arrojado en un pozón del río Limay. Su expareja está detenido.

Una célebre reflexión del escritor uruguayo Eduardo Galeano indica que los hombres matan “por miedo a la mujer sin miedo”. Sin embargo, se podría modificar ese pensamiento con el aditamento de la crueldad y “el odio del hombre a la mujer sin miedo”. A menos de un mes de terminar el año 2023, con el crimen de Rosana Artigas, son nueve los hechos que han estremecido a la provincia del Neuquén y llenan de un doloroso contenido a esa frase poética y reflexiva.

La mujer de 46 años de Plottier, cuyo cuerpo apareció dentro de un tacho de 200 litros de combustible en un pozón del río Limay, fue asesinada por su expareja y padre de un hijo en común, José Andrés Fernández.

También en Plottier, en febrero, Jorge Antonio Lagos asesinó a su pareja Norma Beatriz Morales (58 años, su cuerpo fue hallado en un sector cercano al Parque Industrial de esa localidad) y a su hija Luz de los Milagros Prieto (20 años), cuyo cadáver estaba en la casa que compartían en el barrio Los Hornitos.

En marzo, semienterrado en la meseta cercana al Mercado Concentrador, se encontró el cuerpo de Cristina Isabel González (39 años y madre de cinco hijos), asesinada cruelmente también por su expareja, Mario Oscar Gerbán.

En abril falleció Karen Ibarra (31 años y madre de cuatro hijos), luego de cinco meses de ser asistida por las puñaladas y golpes con una herramienta por parte de su expareja Walter Antonio Orellana, que la atacó en una calle del barrio Parque Industrial de Neuquén.

En el mes de mayo, en Piedra del Águila, Víctor Iván Aravena asesinó a puñaladas a su pareja Carolina Epullán (27 años y un hijo en común) y luego se suicidó.

En el mes de octubre, Gisella Fuentes (41 años) fue asesinada por un tiro en el pecho por su expareja Roberto Omar Figueroa, en la puerta de su casa en la localidad de Centenario.

También en octubre, la adolescente Carina Barros (15 años) fue cruelmente muerta a puñaladas en el patio de su casa por su exnovio Maicol Tapia, en la localidad Buta Ranquil, en el norte neuquino.

En el pasado mes de noviembre, Jesús Gabriel Juan asesinó de un tiro en la cabeza a su esposa Emeli Yamila Espinoza Moreno (27 años) y luego se quitó la vida.

Otra neuquina, Silvia Cabañares, fue también cruelmente muerta en Balsa Las Perlas, territorio de Río Negro ubicado a la vera del río Limay, en el mes de agosto y aun se investiga quién o quiénes fueron los autores de ese femicidio.

El odio del hombre a la mujer sin miedo, el arrojar los cuerpos como desechos en descampados o en ríos, los suicidios de los autores y hasta la impunidad nuevamente regaron de sangre y dolor este año en Neuquén. En un escenario que no dista del que se observa en el resto del país y que -por momentos- parece no tener un freno, ni desde la justicia, del estado o desde la generación de conciencia y respeto a la vida.

ATE
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