El debate sobre qué hacer con una perra callejera que atacó a un niño de 8 años en San Martín de los Antes, se intensificó en las últimas horas en esa comunidad del sur neuquino. Mientras el padre del menor pidió que se practique la eutanasia sobre el animal por el riesgo que representa para la sociedad, una integrante de protectoras de perros la tomó en adopción hasta tanto otra familia la incorpore al hogar.
El padre del niño, identificado como “Jota”, realizó declaraciones periodísticas y criticó fuertemente la decisión del organismo municipal que entregó la perra atacante a una vecina de su propio barrio. “No puedo contarle a mi hijo que la perra que lo atacó está libre y a 6 cuadras de mi casa”, señaló.
En diálogo con la radio local FM FUN, precisó que el lunes 4 de marzo, primer día de clases en la provincia del Neuquén, su hijo asistió al establecimiento y luego fue invitado por un compañerito a almorzar en su casa. Hacia allí partió el pequeño Luca y cuando estaban llegando a la vivienda, “su compañerito le dice que había llegado al lugar una perra callejera, con cachorros», y la fueron a ver.
“Se acercaron, sin estar encima ni agarrándolos, pero la perra lo desconoció y lo atacó directamente a la cabeza”, señaló Jota.
“Era una película de terror. La mamá del compañerito salió corriendo a sacar a mi hijo de los dientes de la perra, y cuando se lo llevaba a upa para meterlo adentro de la casa y llamar a la ambulancia, lo volvió a atacar y lo agarró de la pierna, lo sacudió, se cayeron, hasta que la mujer logró sacárselo de nuevo y se metieron a la casa”, sostuvo el padre del pequeño Luca, en declaraciones que reproduce el portal Noticias de los Andes.
El hombre relató que la perra, que había quedado a resguardo de Guardas Ambientales, a la espera de que se verificara o no la presencia de alguna enfermedad, fue liberada tan solo dos días después del hecho: “No solo no esperaron los diez días para ver si tenía o no tenía rabia, sino que se la entregaron a una señora que la conocía de ir al loteo este donde estaba con sus cachorros, pero que no era la dueña. Se la entregaron así, simplemente. Luego me enteré que la mujer pertenece a alguna agrupación de adopción o tránsito de mascotas. La retiró como una perra buena para darla en adopción a otra familia. Yo quiero que ninguna persona, ni ningún niño tenga que vivir esta situación”, indicó.
Con respecto a Luca, el hombre detalló que “físicamente ya se está recuperando, puede caminar bien de nuevo, volvió al colegio, le sacaron todos los puntos de la cabeza y de las piernas, pero psicológicamente tiene mucho miedo”, y continuó: “fue una desgracia con muchísima suerte. Si esas mordeduras hubieran sido en el cuello, hoy no estaríamos hablando así”.
Lo que más angustia al padre del pequeño, que reclama que se practique la eutanasia sobre la perra agresora, es que el can no solo se encuentre libre, sino a pocos metros de su casa. “Lo único que a mi hijo le daba tranquilidad era saber que esa perra estaba encerrada y hoy no puedo contarle que está libre, porque no quiero que a su miedo se le sume saber que anda por ahí, y que la mujer que la retiró vive a seis cuadras de mi casa”, lamentó.
El padre del pequeño confirmó que ya realizó la respectiva denuncia policial y que también expuso esta situación en el Concejo Deliberante y en la Defensoría del Pueblo, desde donde se realizaron las actuaciones respectivas. Para finalizar, expresó: “Me gustaría que esto al menos sirva para reglamentar mejor la Ordenanza y que no le vuelva a ocurrir esto a otra persona. Entiendo que no hay que sacrificar a una mascota a una primera mordedura, pero también hay magnitudes de accidente. Esto que pasó no fue una simple mordedura, fue un ataque feroz. Quisiera que cambien la Ordenanza y que haya un control más exhaustivo desde Guardas Ambientales”.